Ariel Córdova

Me lo diagnosticaron a los 26 años, después de acudir a cinco médicos distintos y no poder controlar mis síntomas.

En el verano de 2021, fui a El Salvador de vacaciones, y mi familia decidió influir para que me quedara una semana más para obtener una segunda opinión sobre mis síntomas, que incluían sangrado rectal o sangre en las heces, cambio continuo en los hábitos intestinales, heces estrechas, calambres estomacales/hinchazón/llenura, pérdida de peso inexplicable o repentina, anemia/baja de hierro, fatiga e incapacidad para defecar (obstrucción intestinal) o estreñimiento.

El 10 de agosto de 2021, una colonoscopia mostró una masa que bloqueaba 95% de mi sigmoide. Tres días después se me practicó una sigmoidectomía.

Volví a California y la UCSF me diagnosticó cáncer de colon en estadio IVDesde 2021 he estado recibiendo quimioterapia (intravenosa y en pastillas) y radioterapia. También he tenido la cirugía y la terapia dirigida / inmunoterapia. También he tenido pruebas de biomarcadores.

Los efectos secundarios derivados del tratamiento incluyen dolor, neuropatía, erupciones cutáneas (toxicidad cutánea, quimioerupción) y aumento de la ansiedad.

Todavía no estoy en NED, pero hasta ahora mis lesiones son "estables".

Ojalá los miembros del Congreso supieran que los medicamentos son demasiado caros y que la atención sanitaria es más basura cada año. También deberían ser conscientes de que el cáncer colorrectal necesita más concienciación y más investigación.

Mi consejo a otras personas que puedan tener miedo a buscar consejo médico o a someterse a un cribado colorrectal es que, si sienten que algo va mal en su cuerpo, presionen a los médicos para que les escuchen. Abogue por su salud.

Asegúrate de hacerte la colonoscopia, como yo la llamo mi día de spa. Imagínate: échate una buena siesta y cuando te despiertes podrás comer lo que quieras como recompensa. A mí me parece bien.

El cáncer es un reto. El cáncer es una de esas enfermedades que atacan tu salud física y emocional. Me mantengo positiva todo lo que puedo. Escribo una cosa por la que estoy agradecida cada día, y eso me mantiene con los pies en la tierra y positiva. He encontrado amigos en la comunidad oncológica y eso ha cambiado mi forma de ver el diagnóstico.