escrito por Chelsey Webber Para Rachel Allen, de 30 años, mayo de 2012 fue un duro recordatorio de que la vida es demasiado frágil. Tras someterse a una intervención quirúrgica de urgencia que acabaría salvándole la vida, Rachel pasó unos días en la UCI recuperándose de la extirpación de todo su colon menos 15 centímetros, así como de su intestino delgado. El pronóstico era grave: cáncer de colon en estadio IV. Si hubiera esperado más, Rachel probablemente habría muerto, dejando marido e hijos. El cáncer colorrectal suele considerarse una "enfermedad de viejos". De hecho, la edad media de los pacientes cuando se les diagnostica es de 69 años. Sin embargo, las estadísticas están cambiando. Las generaciones más jóvenes están experimentando un aumento de los casos diagnosticados de cáncer colorrectal. Y, la investigación predice que esta tendencia continuará. Para un sector demográfico que prácticamente no sabe nada de la enfermedad, este aumento de los diagnósticos constituye un serio motivo de preocupación.

"No reconocía mis síntomas antes del diagnóstico... y me daba demasiada vergüenza preguntárselos a mi médico", dice Rachel.

Estaba evitando la conversación que podría salvarle la vida. De hecho, cuando pidió ayuda, ya era casi demasiado tarde. Tras recuperarse de la primera operación de urgencia, los médicos descubrieron que el cáncer se había extendido al hígado. Las estadísticas eran desalentadoras. Los médicos la instaron a ignorar las estadísticas actuales sobre el cáncer colorrectal porque ella no encajaba en el molde. Con sólo 28 años y sin antecedentes familiares de cáncer colorrectal, Rachel no debería haber estado en un hospital luchando por su vida. Y, sin embargo, lo estaba. Los meses que siguieron fueron agotadores; Rachel se enfrentó a una dura batalla. Tras someterse a otra operación y a varios tratamientos, se recuperó y finalmente fue declarada libre de cáncer en diciembre de 2012. Aunque sigue sometiéndose a tratamientos para asegurarse de que el cáncer no reaparece, Rachel dedica ahora gran parte de su vida a difundir entre los jóvenes los peligros del cáncer colorrectal y la importancia de tomar medidas preventivas. Anima a los jóvenes a familiarizarse con los signos del cáncer colorrectal y a no tener vergüenza de hablar con un médico y hacerse las pruebas de detección.

"Estoy convencida de que tiene que haber una causa detrás del aumento del cáncer de colon en las poblaciones más jóvenes, ¡y necesitamos más investigación sobre esas causas para poder detenerlo! Tenemos que seguir apoyando a los científicos que luchan por nosotros".

A través de Fight CRC, Rachel ha encontrado una comunidad de personas que comparten su pasión por invertir en la investigación de una cura. Como parte del millón de supervivientes de cáncer colorrectal en Estados Unidos, Rachel defiende que la concienciación es clave para lograr un cambio.

"A medida que aumentemos la concienciación y consigamos más apoyo, podremos realizar a los pacientes las pruebas de detección que necesitan antes de que se conviertan en cánceres agresivos. Necesitamos que más gente apoye una cura para que el cáncer colorrectal esté en la página principal de la concienciación sobre el cáncer."

La experiencia de Rachel con el cáncer colorrectal le ha dado una perspectiva única de las vidas de quienes luchan actualmente contra la enfermedad. Es una superviviente, una luchadora, una vencedora, y cree que mediante la investigación y la concienciación, el cáncer colorrectal encontrará por fin su fin.

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¡Regala $10 para que otros como Rachel se hagan FUERTE!

En el #GivingTuesday, te pedimos que dones $10 para que otros pacientes como Rachel puedan hacerse fuertes. Lucha contra el cáncer colorrectal conectado con Rachel a través de:

• proporcionar recursos para luchar contra su diagnóstico
• creando conciencia con ella a través de One Million Strong (renovó sus votos en Nueva York el pasado mes de marzo).
• Participar en la promoción a través de eAdvocacy y mucho más