Conoce a Kimberly

Paciente / Superviviente West Columbia, Carolina del Sur

La historia de Kimberly

Tenía 27 años cuando me diagnosticaron la enfermedad. Hasta entonces, había tenido dolores que parecían retortijones de estómago y veía sangre cuando iba al baño. En aquel momento no tenía ni idea de que lo negro que veía en el retrete era sangre.

Los calambres y el dolor de estómago empeoraron, pero cada vez que iba al médico me decían que estaba "bien" o que tenía "problemas de chicas".

Me hicieron varias pruebas y el médico me palpó la zona abdominal y creyó que tenía quistes en los ovarios. Me hicieron pruebas y descubrieron que no tenía quistes en los ovarios. Mi médico quería seguir por la vía gastrointestinal. Me citó con un gastroenterólogo. Entre esa cita y la siguiente, caí de rodillas en la cocina; los calambres eran muy fuertes. Tenía que ir al médico, así que llamé a mi novio para que viniera a casa y me llevara. Cuando llegamos al centro de urgencias, el médico ordenó una tomografía computarizada. Me llamaron y me instaron a reunirme inmediatamente con un cirujano. El médico me dijo que tenía una invaginación intestinal, es decir, que el intestino se estaba replegando sobre sí mismo (como un telescopio). Me dijo que no era nada frecuente en los adultos y que la cirugía era la única forma de solucionarlo. Después de oír esta noticia, empecé a preocuparme y a asustarme de verdad. Nunca me habían operado y, francamente, me aterrorizaba la cirugía. Me reuní con el cirujano y decidimos la fecha de la operación. Me dieron un preparado para tomar, pero, a un tercio del mismo, mi cuerpo empezó a rechazarlo violentamente. Todo salía mal y nada funcionaba como debía. Fui al hospital para operarme, pero los médicos decidieron hacerme algunas pruebas más antes de abrirme. Me hicieron una colonoscopia y una endoscopia. Durante la colonoscopia, el médico se topó con un tumor del tamaño de un limón y una pelota de béisbol.

La biopsia resultó ser cáncer de colon en estadio IIIC.

Mi padre acababa de terminar el tratamiento de su cáncer de colon en estadio IIIA. Se podría pensar que es genético, pero las pruebas genéticas que hemos realizado no han demostrado que exista una relación entre el cáncer de mi padre y el mío.

Consejos de Kimberly

Tranquilícese. El cáncer de colon es tratable. Escuche. Siga las instrucciones. Preste atención a su cuerpo. Comuníquese con su cuerpo. Cuídese. Ama a los que te rodean. Quiérete a ti mismo.

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