Debería haber puesto a todo el personal de Hematología/Oncología en Columbus, Nebraska. Todos allí, desde el personal de recepción hasta las enfermeras, los médicos y los voluntarios (incluso los pacientes), saben cuándo algo va mal y se empeñan en mejorar las cosas al menos durante el tiempo que están contigo. Recuerdo que cuando iba a recibir la quimioterapia me sentía tan deprimida que me daban ganas de empezar a hacer agua e inundar el lugar. Todos y cada uno de ellos pasaban por allí y me daban un abrazo o palabras de sabiduría que me levantaban del suelo. No es que me guste tener cáncer, pero si tengo que tenerlo, ¡me dieron el mejor personal para cuidarme! Amo a todos y cada uno de ellos.

Donante: ASHLEY PEDRO