Te echo tanto de menos y te quiero tanto, dulce Pam. Siempre fuiste mi ángel en esta tierra, y ahora eres mi ángel en el cielo. Nunca serás olvidada, y honraré tu legado con mis esfuerzos en la comunidad del cáncer colorrectal durante el resto de mi vida. Tu vida fue importante y sigue teniendo un impacto positivo en muchos otros.

Donante: Betsy Post