La curación del trauma secundario: Reseña del libro

Salud mental
símbolo de héroe

Hace poco, me topé con una joya de libro que me ayudó a entender los efectos de un diagnóstico de cáncer en nuestra salud mental y qué hacer para recuperar la salud, llamado "La curación del trauma secundario"de Trudy Gilbert-Eliot. El libro está escrito para cuidadores, terapeutas y profesionales de la salud.

Como superviviente de cáncer, comprendo la carga mental que supone el cáncer, pero el libro también me ayudó a ver la carga que supone el cáncer para nosotros cuando rodeamos a los pacientes de cuidados y apoyo. Pude identificarme con varios de los ejemplos de Gilbert-Eliot y me gustó cómo describe visualmente los patrones prácticos de pensamiento y cómo éstos pueden conducir a la fatiga por compasión o al trauma secundario. Me encantó que el libro fuera práctico, incluso tenía listas de comprobación y preguntas guiadas.

He aquí algunas de mis principales conclusiones:

Trauma secundario

El trauma secundario, también conocido como trauma vicario o estrés traumático secundario, se refiere a la coacción emocional que resulta de presenciar o conocer las experiencias traumáticas de otra persona. Puede desarrollarse suavemente a través de nuestro compromiso empático y nuestras estrechas conexiones emocionales con las experiencias de nuestros seres queridos. Quienes apoyan o cuidan a personas que atraviesan situaciones angustiosas, como enfermedades, accidentes o pérdidas, son especialmente susceptibles.

¿Qué aspecto tiene?

Puede manifestarse con síntomas similares a los del trastorno de estrés postraumático (TEPT), como ansiedad exacerbada, pensamientos intrusivos, embotamiento emocional o evitación de recuerdos relacionados con el trauma sufrido por la persona a la que apoyan.

¿A quién afecta?

Los profesionales sanitarios, los terapeutas, los cuidadores y los familiares cercanos se encuentran entre las personas que suelen sufrir un trauma secundario.

Lista de control de traumatismos secundarios

  • Pensamientos o imágenes intrusivos: ¿Encuentra pensamientos o imágenes relacionados con las experiencias de su ser querido que se inmiscuyen en su mente de forma inesperada? ¿Se repiten en sus pensamientos momentos angustiosos?
  • Evitación: ¿Está evitando conversaciones o situaciones que le recuerdan el trauma de su ser querido? ¿Existe una tendencia a desconectar emocionalmente cuando se expone a desencadenantes relacionados?
  • Hiperactivación: ¿Siente niveles elevados de ansiedad o estrés cuando se expone a recuerdos del trauma? ¿Existe un aumento de la irritabilidad o una mayor sensibilidad a los sonidos o movimientos repentinos?
  • Fluctuaciones del estado de ánimo: ¿Nota cambios significativos en su estado de ánimo, como un aumento de la tristeza, la ira o la ansiedad? ¿Existe un entumecimiento o desconexión emocional?

Fatiga por compasión

La fatiga por compasión es un concepto que hace referencia al agotamiento físico y mental y al retraimiento emocional que experimentan las personas que cuidan o apoyan a individuos que sufren. Puede evolucionar con el tiempo debido al efecto acumulativo de sintonizar emocionalmente con el sufrimiento ajeno.

¿Qué aspecto tiene?

Los síntomas pueden incluir sentimientos de desesperanza, disminución de las experiencias de placer, estrés y ansiedad constantes, trastornos del sueño y una actitud negativa generalizada.

¿A quién afecta?

Suele afectar a personas que ejercen profesiones asistenciales, como enfermeros, médicos y terapeutas, pero también puede afectar a cualquiera que esté profundamente implicado en el apoyo a alguien que atraviesa dificultades, como los familiares o amigos íntimos de una persona que padece una enfermedad o un trauma.

Lista de comprobación de la fatiga por compasión

  • Agotamiento emocional: ¿Se siente a menudo emocionalmente agotado o abrumado? ¿Tiene una sensación de pesadez o entumecimiento en sus emociones?
  • Menor sensación de realización personal: ¿Se siente menos satisfecho o realizado en su papel de cuidador? ¿Le resulta difícil celebrar las pequeñas victorias o sentirse motivado?
  • Síntomas físicos: ¿Siente cansancio físico con más frecuencia? ¿Nota cambios en los patrones de sueño o en el apetito?
  • Empatía reducida: ¿Le resulta más difícil sentir empatía o conectar emocionalmente con los demás? Te encuentras distanciado de los aspectos emocionales del cuidado?

¿Qué se puede hacer?

Me encantó este libro porque ofrece formas de tomar medidas prácticas si estás experimentando un trauma secundario y/o fatiga por compasión:

  • Reconoce con compasión: Permítete sentir y expresar tus emociones sin juzgarlas. Reconoce el impacto del viaje en tus sentimientos y relaciones, sosteniéndolos con comprensión y cuidado.
  • Considere la búsqueda de ayuda como una fortaleza: No hay que avergonzarse de buscar ayuda profesional para la salud mental. Es un paso valiente hacia la curación y la búsqueda de estrategias que resuenen con tu bienestar.
  • Cuida tus relaciones: Es totalmente válido reconocer los efectos de este viaje en tus relaciones. Acepta los cambios con franqueza, comunicación y apoyo mutuo, alimentando los vínculos con ternura.
  • Encontrar comunidades de apoyo: Encontrar la curación y la comprensión en grupos de apoyo o comunidades que comparten experiencias similares puede ser un espacio reconfortante de comprensión y orientación mutuas.

Sentir fatiga por compasión no te hace débil ni mala persona. El libro de Gilbert-Eliot me ayudó a ver que si crees que estás sintiendo fatiga por compasión y trauma secundario, puedes reagruparte y reenergizarte. Pero debes dejar de hacer lo que estás haciendo y poner en práctica prácticas de autocuidado.

No me refiero a días de spa, sino a trabajar de verdad en lo que necesitas hacer para reenergizarte y mantener tu salud mental.

Un ejemplo hipotético: Sarah y Michael

Para aplicar lo que leí, creé dos personajes, Sarah y Michael, que se enfrentan a la vida tras el diagnóstico de cáncer de Michael hace dos años y sienten fatiga por compasión y trauma secundario. Así es como vi que se desarrollaban las recomendaciones y herramientas del libro.

El viaje de Sarah como cuidadora

Sarah comparte su corazón y su vida con su marido, Michael, acompañándole a través de los matices del cáncer colorrectal. Juntos, ya han navegado por rutinas médicas, emociones y ajustes cotidianos.

Sarah notó las huellas silenciosas de la fatiga por compasión y el trauma secundario. Sentimientos de agobio emocional, momentos impregnados de lágrimas y un suave velo de tristeza parecían acompañarla todo el día, lo que indicaba una profunda conexión y empatía con Michael a lo largo de dos años.

Tras reconocer en sí misma los signos de trauma secundario y fatiga por compasión, Sarah dedicó tiempo y espacio a buscar apoyo de salud mental. Aprendió estrategias como la respiración consciente, llevar un diario y participar en un grupo de apoyo a cuidadores. Empezó a encontrar consuelo y comprensión. No estaba sola y no era la única persona que se sentía así.

Parece fácil, pero fue difícil. El primer paso fue abrirse lo suficiente como para buscar ayuda. Tuvo que dejar de arreglar y planificar. Tuvo que hacer el duelo y procesar sus sentimientos al ver a Michael pasar por el tratamiento y la cirugía.

La resistente trayectoria de Michael

Han pasado dos años desde que a Michael le diagnosticaron un cáncer colorrectal en estadio III, y todavía está descomponiendo un amplio abanico de emociones y experiencias. Encima, empieza a sentir los efectos de un trauma secundario. Se manifestó como agotamiento emocional, un corazón cargado de sentimientos no procesados y esa mezcla no tan buena de vulnerabilidad y fatiga. Su cuerpo y su mente estaban agotados por el cáncer.

Michael tenía sus propios signos de fatiga por compasión y trauma secundario. Darse cuenta del impacto de oír "tienes cáncer", de que le extirparan el colon y de someterse a quimio y radioterapia le convirtió en un hombre diferente. Ver a Sarah trabajar día y noche para ayudar a cuidarle también fue complicado. La culpa y la tristeza no desaparecían.

Michael necesitaba asesoramiento profesional, explorar vías terapéuticas para recuperar su identidad y el sentido de sí mismo. Tuvo que hacer algunos cambios radicales y aprender nuevas estrategias de afrontamiento adoptando prácticas como la meditación y las artes expresivas, dejando espacio para que sus emociones y experiencias fluyeran y encontraran expresión. Tuvo que encontrar una forma sana de expresar su dolor y comunicar sus sentimientos y necesidades a Sarah. Dejó de reprimir las cosas.

En este ejemplo hipotético, el trauma secundario y la fatiga por compasión no derribaron a Michael y Sarah, sino que, por el contrario, se hicieron más fuertes y sanaron.

Está bien buscar ayuda y apoyo

El camino hacia el bienestar mental es continuo y lleva su tiempo. No te precipites: grande o pequeño, cada paso que des hacia el bienestar mental cuenta. Recuerda: si sientes el impacto del trauma secundario y la fatiga por compasión, no estás loco y, desde luego, no estás solo.

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