Nuevos capítulos: Gracias y adiós

Noticias de Fight CRC
símbolo de héroe

Al reflexionar sobre mis más de 4 años en Fight CRC, es difícil expresar con palabras lo increíble que ha sido trabajar junto a sobrevivientes, cuidadores, profesionales médicos, investigadores y el personal de Fight CRC que luchan todos los días para encontrar una cura para el cáncer colorrectal. Mientras intentaba decidir qué recuerdos compartir y cómo quería despedirme de esta comunidad que significa tanto para mí, volvía una y otra vez al tema de la adversidad.

El primer año que asistí al Call-on Congress (Conc), me uní al azar a un grupo dirigido por Chad Shrack para observar el desarrollo de la jornada. Todo el mundo iba vestido con sus mejores galas, listo para asaltar los despachos de sus legisladores, cuando el cielo se abrió y empezó a diluviar. Y los que han asistido a ConC lo saben: La Cámara y el Senado no existen en uno convenientemente adjunto lugar. Mientras mi grupo y yo esperábamos bajo la lluvia a pasar el control de seguridad, observaba las caras de todos los que estaban detrás de mí, esperando que la gente empezara a tirar la toalla. Pero lo mejor fue que nadie se fue a casa. Todos se quedaron y corrieron bajo la lluvia hacia las reuniones, se acurrucaron para entrar en calor y se rieron con la ropa empapada. 

En 2021, Climb for a Cure se celebró en Lake Tahoe. Cuando nos dirigíamos a California, estallaron dos enormes incendios forestales y el humo cubrió la cuenca. Nuestros planes de ir de excursión al Valle Olímpico cambiaban por momentos y, para cuando pudimos tomar una decisión, habíamos llegado al plan Z. Decir que me asombró la apertura y la gracia que mostró nuestra comunidad durante el viaje sería el eufemismo del año. Supervivientes y cuidadores -jóvenes y mayores, de cerca y de lejos- abrazaron lo que significaba estar allí, ya fuera escalando una montaña o caminando por un sendero pavimentado alrededor de un lago (y luego saltando al agua, por supuesto). 

Durante el tiempo que llevo en Fight CRC, ha quedado muy claro que ni la Madre Naturaleza ni los cuatro elementos pueden detener a nuestra comunidad. Ya se trate de nuestro increíblemente inteligente grupo de defensores de la investigación que adoptan nuevos principios de investigación por primera vez; de cuidadores que acuden a la formación de embajadores después de haber perdido a un ser querido; o incluso de la valentía que todos han demostrado al enfrentarse a la pandemia; es evidente que la comunidad de Fight CRC es implacable cuando se trata de la adversidad. Al fin y al cabo, este grupo se ha enfrentado al cáncer y sabe que no hay nada que no pueda superar. 

Aunque tomaré un nuevo rumbo, he aprendido más de la comunidad de Fight CRC de lo que jamás hubiera imaginado. Hay una cita que me recuerda el trabajo que hacemos cada día: "No hay poder de cambio mayor que el de una comunidad que descubre lo que le importa". No me cabe duda de que nuestro grupo de supervivientes, cuidadores, investigadores, proveedores y personal de Fight CRC liderará la lucha por encontrar una cura para el cáncer colorrectal. Estoy eternamente agradecido de formar parte de esta feroz comunidad.