Si me recetan un opiáceo, ¿me convertiré en adicto?

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Es difícil evitar las noticias sobre cómo los opiáceos han asolado muchas ciudades de Estados Unidos. Y con razón. Según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, más de 130 personas mueren cada día por sobredosis de opioides. Aunque el medio oeste es conocido por ser un punto caliente del abuso de opioides, la crisis se ha extendido a casi todos los rincones del país.

¿Qué son los opiáceos?

Los opiáceos son una clase específica de fármacos. Incluye medicamentos de venta con receta como la oxicodona (OxyContin(R)), la hidrocodona (Vicondin(R)), la morfina, la codeína y otros. Además de éstos, la clase de drogas también incluye la heroína y los opioides sintéticos (desarrollados químicamente) como el fentanilo. El fentanilo es entre 80 y 100 veces más potente que la morfina.

Cuando los prescribe un profesional sanitario, como un oncólogo, los analgésicos pueden ser muy útiles para quienes necesitan controlar el dolor cuando otras opciones, como el ibuprofeno, los bloqueos nerviosos o las terapias no farmacológicas, como los masajes y la acupuntura, no proporcionan un alivio suficiente. A menudo, los opiáceos podrían recetarse para un uso a corto plazo frente a su uso para el tratamiento del dolor crónico.

¿Y los enfermos de cáncer?

Con los opiáceos y la adicción a los opiáceos constantemente en las noticias (¡y con razón!), han surgido algunas complicaciones para los pacientes con cáncer. Muchos pacientes de cáncer sufren dolor, y los analgésicos son una parte habitual del tratamiento oncológico. Sin embargo, recientemente ha habido casos de ansiedad por parte de los proveedores asociados a la prescripción de opiáceos para el dolor. Y aunque muchos oncólogos siguen recetándolos, muchos médicos de atención primaria ya no lo hacen.

Por otro lado, ha habido casos de pacientes que se han negado a solicitar recetas de analgésicos o que han infrautilizado su medicación. Todo ello, en parte, debido a la estigmatización del consumo de opioides. Los resultados de un estudio reciente publicado en abril de 2019 en Revista de tratamiento del dolor y los síntomas titulado "Cancer and Opioids: Patient Experiences With Stigma (COPES)-A Pilot Study" (Cáncer y opioides: experiencias de pacientes con estigma (COPES)-Un estudio piloto), sugieren que existe una preocupación real por el uso de opioides entre los pacientes con cáncer. En el estudio, en el que participaron 125 pacientes adultos con cáncer, el 61% experimentó estigma hacia los opiáceos (el 36% manifestó miedo a la adicción y el 22%, dificultades para obtener la receta), y el 29% manifestó comportamientos relacionados con el estigma, como tomar menos medicación de la necesaria. Otros comportamientos relacionados con el estigma fueron acumular opiáceos, evitarlos, no surtir las recetas y no hablar del dolor con médicos, amigos o seres queridos.

Según Ashley Glode, PharmD, profesora adjunta del Departamento de Farmacia Clínica de la Facultad de Farmacia y Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de Colorado-Skaggs:

Es importante que los pacientes con dolor puedan recibir un tratamiento adecuado. Tenemos que hacer un mejor trabajo educando a los pacientes y a la sociedad sobre el uso de opioides para minimizar las barreras a esta importante opción de tratamiento.

Sí, los opiáceos son muy adictivos, sobre todo cuando se abusa de ellos. Sin embargo, son tratamientos que han demostrado una gran eficacia para quienes realmente los necesitan, como los enfermos de cáncer.

Cómo evitar la adicción

Cualquiera puede volverse adicto a los opiáceos. La adicción a los opiáceos traspasa todas las barreras raciales, económicas y de género. Sin embargo, se pueden tomar medidas para evitar la adicción. La más importante, tomar la medicación según lo prescritobajo la supervisión de su médico.

Hable con su equipo sanitario si tiene antecedentes personales o familiares de abuso de sustancias. No tomes la receta de otra persona, y no consumas ni busques opioides obtenidos ilegalmente, como el fentanilo o la heroína, ya que suelen estar mezclados con otras sustancias químicas y son muy peligrosos.

Por último, si ha desarrollado tolerancia a la medicación prescrita por su médico, coménteselo en su próxima cita. Si cree que ha desarrollado una dependencia, es muy importante abordarlo. Además, es importante deshacerse adecuadamente de la medicación no utilizada, idealmente a través de un programa de recogida de medicamentos.

Desde el punto de vista del clínico, en 2016 se publicó una guía de práctica clínica para el tratamiento del dolor crónico publicada por la Sociedad Americana de Oncología Clínicaque evalúa el dolor. En la declaración, se anima a los oncólogos a evaluar los objetivos de tratamiento del dolor del paciente y a discutir con él los posibles riesgos asociados al uso de opiáceos. La toma de decisiones compartida es fundamental cuando se trata del tratamiento del dolor en pacientes con cáncer.

Los farmacéuticos pueden ayudar a ajustar los regímenes de opiáceos y recomendar tratamientos complementarios para optimizar el control del dolor. Los farmacéuticos también pueden ofrecer formación sobre el uso seguro, el almacenamiento seguro y la manipulación y eliminación seguras de los medicamentos opiáceos. - Dr. Glode

¿Cuál es el resultado final?

Si usted es un paciente oncológico que experimenta dolor, hable con su médico. Si le preocupa el uso de opiáceos, pregunte a su médico qué otras cosas podría probar primero, y busque un enfoque polifacético para el tratamiento del dolor. Asegúrese de que sus cuidadores o seres queridos sepan qué medicamentos está tomando y mantenga una conversación abierta sobre el tratamiento del dolor.

Cl cáncer y los opiáceos: Experiencias de los pacientes con el estigma (COPES)-Un estudio piloto
Bulls, Hailey W. et al. Journal of Pain and Symptom Management, Volumen 57, Número 4, 816 - 819

One thought on "If I’m prescribed an opioid, will I become an addict?"

  1. Sin embargo, los médicos siguen sin darle ningún opiáceo aunque se lo rueguen y no tenga antecedentes de ningún tipo de adicción.

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