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¿Qué es la vía del VEGF?

En el interior del cuerpo, las células se comunican entre sí como si jugaran al teléfono. Un mensaje importante que pueden transmitir es el de la formación de nuevos vasos sanguíneos, pequeños conductos que llevan la sangre a distintas partes del cuerpo. Este proceso se denomina angiogénesis y suele estar bien controlado: sólo se produce cuando el cuerpo realmente necesita nuevos vasos sanguíneos, por ejemplo, para curar un corte. 

En las personas sanas, la angiogénesis es un proceso regulado que sólo se produce cuando es necesario. 

En el cáncer colorrectal, algo se sale de lo normal. Una proteína llamada factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), que es como un código especial para iniciar el mensaje de "construir nuevos vasos sanguíneos", se activa en exceso. Es como si en el juego del teléfono alguien repitiera el mensaje demasiado alto o con demasiada frecuencia. Esto hace que se formen demasiados vasos sanguíneos nuevos. 

El VEGF es una proteína de señalización que se adhiere a su receptor, el VEGFR, en la superficie de las células. Puede ser útil pensar en esta reacción de unión como en una cerradura y una llave. En este caso, el VEGF es la llave y el VEGFR la cerradura. El VEGF es la llave que puede "abrir" el receptor del VEGF (VEGFR). Cuando el VEGF se une a su receptor (VEGFR), o lo "abre", el receptor se "enciende".  

¿Por qué es un problema?

Las células cancerosas son codiciosas; quieren más alimento y oxígeno para crecer, y los obtienen de la sangre. Al desencadenar el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, el cáncer está construyendo esencialmente sus propias líneas de suministro, obteniendo el alimento que necesita para crecer y potencialmente propagarse. 

En el cáncer colorrectal, la sobreexpresión de VEGF o de su receptor (VEGFR) altera este equilibrio. El tumor aprovecha la vía de señalización del VEGF para promover la formación de nuevos vasos sanguíneos, creando una red de suministro para sí mismo. Estos vasos sanguíneos proporcionan al tumor nutrientes esenciales y oxígeno, necesarios para su crecimiento y supervivencia. 

Comprender este proceso ayuda a los médicos a averiguar cómo tratar el cáncer. Pueden buscar formas de interrumpir este mensaje, algo así como poner fin al juego del teléfono, lo que puede ralentizar el crecimiento del cáncer y limitar su capacidad de propagación. 

¿Qué son los inhibidores de la angiogénesis?

Los inhibidores de la angiogénesis son una clase de terapias dirigidas que actúan disminuyendo la expresión del VEGF o bloqueando su receptor (VEGFR) para impedir la formación de nuevos vasos sanguíneos y limitar el crecimiento tumoral.  

¿Recuerda el "juego del teléfono" al que juegan sus células para crear nuevos vasos sanguíneos? En el cáncer colorrectal, este juego puede descontrolarse, provocando un aumento de los vasos sanguíneos que alimentan el tumor. El objetivo de los inhibidores de la angiogénesis es interrumpir este proceso. 

Sin riego sanguíneo, el tumor no recibe oxígeno ni nutrientes, por lo que su crecimiento es lento. Bevacizumab y fruquintinib son inhibidores de la angiogénesis aprobados por la FDA para el tratamiento del cáncer colorrectal metastásico.  

Fruquintinib es un inhibidor de la tirosina quinasa (TKI) que actúa bloqueando el receptor del VEGF (VEGFR). El VEGFR es un ejemplo de TKI y el fruquintinib inhibe o interrumpe su actividad de señalización. Las células ni siquiera reciben la instrucción de construir estos vasos sanguíneos que alimentan el cáncer. 

Ambas terapias inhiben la angiogénesis, o formación de nuevos vasos sanguíneos, para "matar de hambre" y ralentizar el crecimiento del tumor. Sin nuevos vasos sanguíneos, el tumor no puede obtener el oxígeno y los nutrientes que necesita para crecer rápidamente. Esto significa que el crecimiento del tumor puede ralentizarse considerablemente. 

¿Para quién son los inhibidores de la angiogénesis?

Actualmente, todos los inhibidores de la angiogénesis aprobados por la FDA para el tratamiento del cáncer colorrectal son para pacientes con enfermedad metastásica en estadio IV. Esto significa que el cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo más allá de su localización original en el colon o el recto. 

Es importante recordar que el tratamiento más eficaz puede variar de una persona a otra. Lo que funciona mejor para ti puede ser diferente de lo que funciona para otra persona. Por eso es tan importante que hables con tu equipo médico. Ellos entienden tu situación particular y pueden guiarte a través de las opciones para encontrar el mejor plan de tratamiento para ti. 

Cómo encontrar ensayos clínicos que evalúen VEGF y VEGFR

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