Fight CRC y Colon Cancer Coalition se asocian para financiar la investigación

Investigación
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Fight Colorectal Cancer (Fight CRC) y la Colon Cancer Coalition (CCC) se complacen en anunciar que se han asociado para financiar una innovadora beca de investigación en Mayo Clinic. La Dra. Lisa Boardman, junto con su equipo de Mayo, ampliará un biobanco (un tipo de biorrepositorio que almacena muestras biológicas para su uso en investigación) para incluir tanto muestras de precáncer colorrectal como de cáncer colorrectal con el fin de comprender mejor qué lleva al colon normal a transformarse en un pólipo y, en algunos casos, a progresar hasta convertirse en cáncer.   

Ron Doornink, miembro de la junta de Fight CRC a través de la Fundación Ron y Martha Doornink, aportó una contribución de $150.000 para este proyecto a Fight CRC y la Colon Cancer Coalition igualó amablemente $50.000, donados por Dan y Paula McQuillen, que perdieron a su hijo Sean en 2011 a la temprana edad de 34 años tras un diagnóstico de cáncer de colon en estadio IV y una breve lucha de 30 días. 

Otro objetivo de esta colaboración es abordar el alarmante aumento de casos de cáncer colorrectal en menores de 50 años centrándose en las diferencias biológicas entre el cáncer colorrectal de aparición en adultos jóvenes y el cáncer colorrectal de aparición en personas mayores.

Los McQuillen han recaudado dinero para la Coalición contra el Cáncer de Colon a través de una partida de golf anual celebrada en memoria de su hijo, con la esperanza de que algún día puedan influir en la vida y el tratamiento de otros jóvenes pacientes de cáncer colorrectal. Los McQuillen están eternamente agradecidos por la atención y la compasión que su hijo recibió en la Clínica Mayo, el único centro médico que consideró la posibilidad de tratarlo durante su corta batalla de 30 días contra la enfermedad en estadio avanzado.

"Sean era un marido cariñoso, padre de dos niñas, hijo, hermano, sobrino y un gran amigo para muchos. No hay día en que no echemos de menos su sonrisa contagiosa y su amabilidad", recuerda Paula McQuillen. "Es maravilloso saber que nuestros esfuerzos y el dinero recaudado se están utilizando para ayudar a encontrar métodos para prevenir y tratar a otros jóvenes antes de que lleguen a las mismas circunstancias que Sean. Necesitamos esta investigación para ayudar a salvar a otros jóvenes adultos vibrantes del mismo destino."

Dónde empezó la investigación 

Este proyecto es una ampliación del Biobanco para la Investigación de la Salud Gastrointestinal, inaugurado en abril de 2000 en la Clínica Mayo de Rochester (Minnesota), el campus original y más grande de la Clínica Mayo.

Las investigaciones anteriores de la Dra. Boardman sentaron las bases de este proyecto. Sus hallazgos indicaron que puede haber importantes diferencias biológicas entre el cáncer colorrectal en adultos jóvenes y en adultos mayores. En particular, su equipo descubrió que la longitud de los telómeros (estructuras al final de los cromosomas, que proporcionan protección y se acortan con la edad) está relacionada con el tipo de daño a nivel molecular en los cánceres.

"Descubrimos que podemos rastrear estos acontecimientos teloméricos y moleculares, y que incluso pueden encontrarse en el colon normal y en el pólipo precanceroso. Determinamos que los pólipos que acaban transformándose en cáncer presentan diferencias teloméricas y genéticas diferentes, que creemos que pueden ser buenos objetivos para la detección precoz y la prevención del cáncer al redirigir un pólipo para que se parezca molecularmente a un pólipo que no se transformará en cáncer", afirmó el Dr. Boardman. 

En la actualidad, el Biobanco cuenta con bioespecímenes de más de 5500 individuos, incluidos los que están sanos, los que tienen pólipos y los que tienen cáncer. Estas bioespecímenes incluyen sangre, colon normal, pólipos y cánceres de colon, heces para estudios del microbioma y un cuestionario epidemiológico.

¿Hacia dónde va la investigación?

La Dra. Boardman y su equipo están ampliando su biobanco para recoger pólipos y cánceres primarios y recurrentes en distintas fases de desarrollo y en diferentes grupos de edad. También están creando organoides, pequeñas réplicas vivas de colon normal, pólipos o cáncer que pueden utilizarse para probar fármacos y el impacto de los cambios genéticos en el comportamiento de pólipos y cánceres.

Crearán estos organoides a partir de tejido humano de pacientes. Los organoides se utilizarán para comprender la relación entre la longitud de los telómeros y el cáncer y, en última instancia, predecir si un pólipo puede convertirse en cáncer. Esto supondría un enorme paso adelante en la atención clínica. En la actualidad, no existen pruebas moleculares basadas en sangre o tejidos que permitan adaptar los intervalos de vigilancia de los pacientes con pólipos.

Según el Dr. Boardman, "dado que el cáncer colorrectal y los pólipos precancerosos son cada vez más frecuentes en personas más jóvenes a las que normalmente no se recomienda someterse a un cribado de cáncer de colon, es importante identificar marcadores que puedan mejorar nuestra capacidad para identificar qué personas más jóvenes corren el riesgo de desarrollar pólipos precancerosos y cáncer."

"La capacidad de determinar el riesgo de progresión a cáncer de un pólipo podría tener importantes beneficios para los pacientes y el sistema sanitario, como reducir costes, disminuir riesgos y mejorar el uso de la colonoscopia. Gracias al apoyo de Fight Colorectal Cancer y la Colon Cancer Coalition, continuaremos nuestros esfuerzos para establecer un biobanco precanceroso que respalde futuros estudios sobre pólipos con el fin de prolongar la salud mediante la prevención de la premalignidad en el colon."