Cari López

Superviviente Pensilvania "Me diagnosticaron la enfermedad a los 34 años. Soy madre, esposa y enfermera. Tenía hemorragias y, como la mayoría de las madres, lo atribuí a las hemorroides. Cuando fui al médico por mis síntomas, el doctor me abrió la puerta de par en par y me dijo "no te preocupes, no puede ser cáncer, eres demasiado joven. Así que no se preocupe". Tuve que esperar un par de meses antes de poder hacerme una colonoscopia que detectó un cáncer de recto en estadio II. Como enfermera, conozco la importancia de la educación y el conocimiento es poder. Como superviviente, siempre espero nuevos avances en medicamentos y estudios genéticos. Sigo luchando contra el cáncer porque quiero estar aquí para criar a mis dos hijas y envejecer con mi marido. Nunca perderé la esperanza de encontrar una cura".