Barbara Lincoln-Hefele

Historia: "En mayo de 2015 me diagnosticaron cáncer colorrectal en estadio IV. En aquel momento tenía 43 años y no tenía ni idea de cómo mi vida iba a dar un vuelco. No tenía ningún síntoma importante y, cuando acudí a mi médico de cabecera en noviembre de 2014, me dijeron que probablemente era solo estreñimiento. Cuatro meses después, cuando los síntomas empeoraron, mi obstetra me dijo que fuera al gastroenterólogo.

"En ese momento, debido a mi edad y a mis antecedentes sanitarios y familiares, pensó que se trataba de colitis ulcerosa. Planificamos una colonoscopia por si acaso. Mi gastrointestinal vino a comunicarme los resultados y su cara lo decía todo. Tardamos aproximadamente un mes de exploraciones y visitas en determinar que tenía cáncer en el recto. La cirugía no era la solución. Me sometí a seis meses de quimioterapia y luego tuve que operarme para mejorar mi calidad de vida.

"En el poco tiempo de recuperación de la operación, habían crecido nódulos pulmonares. Descubrieron que algunos ganglios linfáticos también estaban infectados. Pasé otros seis meses de quimioterapia sin apenas cambios en los pulmones. Debido a asuntos personales con mis hijos, opté por tomarme un tiempo libre de la quimio para disfrutar de mi tiempo con ellos. Seguí haciéndome exploraciones y análisis de sangre, y sigue creciendo. Ahora vuelvo a la quimioterapia en forma oral, sólo hasta que mi segunda hija se vaya a la universidad, y entonces volveré a la más invasiva."

Consejos: "Mantenerme fuerte y positiva. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero yo me digo cada día que esto no me va a vencer. Sigue viviendo la vida lo más normal posible".