Sombrero Azul Damas

La historia de Candace: "Tardaron seis meses en diagnosticarme un cáncer de colon. Empecé a tener problemas intestinales en diciembre de 2002. Tenía nudos en el estómago, calambres y llevaba casi dos semanas sin defecar lo suficiente. Fui a urgencias y me mandaron a casa sin averiguar qué me pasaba. Al mes siguiente me operaron dos veces para extirparme los ovarios y el útero y se supuso que el problema estaba solucionado. En junio de 2003, hice mi tercer viaje a urgencias y, por fin, me preguntaron por mi historial médico y me hicieron un análisis de sangre, lo que dio lugar a que me hicieran una prueba fecal para determinar si tenía sangre en las heces. La prueba dio positivo y rápidamente me diagnosticaron cáncer de colon en estadio IIB.

"No tenía ni idea de lo mucho que iba a cambiar mi vida con este diagnóstico. No sabía cómo procesar la información que me habían dado. Quería hacer preguntas, pero no las hacía, estaba entumecida. La realidad empezó a alcanzarme después de la operación y me extirparon el intestino grueso y me hicieron una resección en el intestino delgado. No podía valerme por mí misma y tuve que confiar en mi familia y amigos para que me cuidaran. La mujer que había tenido un estresante trabajo como conductora de autobús, la madre de cinco niñas, la hermana, la hija, la sobrina, la mejor amiga, la superwoman, como a veces me llamaban, ahora estaba destrozada por el cáncer.

"Intenté hablar con familiares y amigos, pero por mucho que simpatizaran con mi experiencia, no podían ayudarme a sentirme mejor. Perdí 15 kilos a los nueve días de la operación. Daba miedo mirarme, pero todo el mundo ponía cara de valiente por mí. Seguí fingiendo que lo estaba llevando todo bien, poniendo una sonrisa falsa cuando la gente me veía para ayudarles a aliviar su conmoción. Entonces empezaron a surgir otros problemas. La incapacidad laboral no me daba ni para pagar la hipoteca, las facturas de los servicios y las necesidades de los niños. Llamé a una agencia tras otra con muy pocos resultados y, finalmente, todas las tensiones acabaron conmigo. La depresión se apoderó de mí e intenté suicidarme, lo que me hizo pasar cinco días en el hospital en vigilancia las 24 horas. Tuve una enfermera maravillosa que me dijo:

"Todo el mundo contará a tus hijos su versión de ti, ¿quién puede contar la historia de tu vida mejor que tú? Tienes que terminar la historia de tu vida y dejar que tus hijos tengan su historia y sus recuerdos de ti".

"Quiero ser capaz de ofrecer esperanza a otros en la lucha. Quiero ser la voz de los que no tienen voz porque ya era demasiado tarde para ellos. Creo en la causa y la misión de Fight CRC".

La historia de Chanel (prima de Candace): "Desconocía por completo el cáncer colorrectal hasta que me enteré de que alguien de mi familia directa estaba luchando por su vida. A mi prima Candace Henley le diagnosticaron cáncer de colon en estadio IIB en junio de 2003. Lleva 13 años sobreviviendo y contando. Es la fundadora de la Blue Hat Foundation. Me he mudado recientemente a la zona de Chicago y me encanta formar parte de la lucha contra el cáncer colorrectal junto a mi prima."

Historia de Chereka (amiga de Candace): "Aunque no soy paciente de cáncer, soy familiar, cuidadora y amiga de supervivientes y ángeles del cáncer colorrectal. Tengo un fuerte historial familiar de cáncer colorrectal y varias otras formas de cáncer tanto en mi lado materno como paterno de mi familia. Después de exigir más pruebas, me tuvieron que extirpar pólipos en abril de 2016. He visto la devastación que deja el cáncer colorrectal. Soy consciente de lo que sufren los pacientes y sus familias antes, durante y después del tratamiento. Mi querida amiga sigue librando la batalla de la supervivencia".