Robin Hill

Superviviente Virginia

"Me lo diagnosticaron a los 47 años. Estaba soltera, criaba sola a dos adolescentes, gozaba de buena salud y no tenía antecedentes familiares de cáncer. Al despertarme de una colonoscopia, el médico me dio unas palmaditas en el hombro. Sus únicas palabras fueron: Robin, tienes un tumor en el recto. Voy a llamar a un cirujano". En un instante, mi vida cambió para siempre. Un año después, tras radioterapia, quimioterapia, cirugía, una ileostomía temporal, más quimioterapia y más cirugía Estaba fuera de tratamiento activo. Han pasado seis años y no tengo cáncer. Quiero más pruebas de detección gratuitas para más gente. Quiero que la gente sepa que el cáncer colorrectal no sólo se puede tratar, ¡sino que se puede prevenir!".