Julie Brown

Historia: "Tengo la enfermedad de Crohn desde los 14 años, así que estaba acostumbrada a hacerme pruebas y colonoscopias todos los años, aunque llevaba dos años sin hacérmela debido al embarazo. Estaba acostumbrada a los síntomas típicos que podrían asociarse al cáncer colorrectal. 

"Unos meses después de nacer mi segundo hijo, empecé a tener síntomas. Los médicos y yo pensamos que se trataba de un brote normal de Crohn. Un par de meses después, cuando la inflamación bajó, pude hacerme una colonoscopia."

"Los médicos determinaron que tenía cáncer de colon en estadio IIIc. Tenía 32 años. Fue dos días antes de Acción de Gracias."

--Julie Brown

"Decidí someterme a una ileostomía permanente como consecuencia del cáncer. Era el enfoque más agresivo que minimizaría el riesgo de recidiva. Al hablar de mis planes de tratamiento, mi médico me recomendó grupos de apoyo. Asistí a algunos, pero muchas personas tenían entre 50 y 60 años, así que me sentí bastante sola. Tenía dos hijos pequeños y creía que nadie entendía a lo que me enfrentaba, así que evité encontrar una comunidad durante unos ocho años." 

Tener un riesgo avanzado o alto de padecer cáncer colorrectal significa que debe someterse a un cribado agresivo y trabajar junto a un médico que le controle. Tendrá un riesgo avanzado si le han diagnosticado un trastorno inflamatorio intestinal (EII), como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn. Más información en FightCRC.org/riesgos.

Encontrar apoyo 

"Cuando nació mi tercer hijo, decidí que necesitaba apoyo a través de la terapia, que fue lo que empecé. También me puse en contacto con la comunidad del cáncer colorrectal para pasar por todo el proceso de curación. Mi terapeuta y mis amigos me recomendaron que solicitara el Club Colónuna organización que reconoce la importancia del cáncer colorrectal de aparición precoz (menores de 45 años). El grupo quiere concienciar de que no es una enfermedad "de viejos".

"El grupo me seleccionó para aparecer en su revista On the Rise y asistí a una sesión de fotos en la que conocí a una docena de supervivientes y cuidadores con historias similares a la mía. Fue una experiencia increíble. Me sentí como en familia, y la comunidad comprendió el impacto del cáncer colorrectal en pacientes jóvenes como yo. 

"Después de esa experiencia, me enganché a la defensa de los derechos. Empecé a compartir mi historia y a concienciar a la gente, lo que me llevó a convertirme en embajadora de Fight CRC. Quería dar a conocer mi experiencia y ayudar a otros pacientes jóvenes a encontrar una comunidad.

"Hace poco he tenido una recidiva: El cáncer ha hecho metástasis en el hígado. Actualmente estoy en tratamiento, pero sigo siendo positiva, esperando que todo vaya bien y negándome a rendirme." 

Consejos: "Nadie tiene que luchar solo; estamos juntos en esto. Comparte tu viaje: Puede ser el empujón y la inspiración que otro guerrero necesita para seguir adelante."